Nuevas Directrices para los Tiempos de Paz

Una Fábula Teatral

nuevasdirectrices

De: Bosco Brasil
Traducción de Jose A. Falconi
Dirección: Gabriel Figueroa Pacheco
Con: Jose Antonio Falconi y Julien Le Gargasson

 

NUEVAS DIRECTRICES PARA LOS TIEMPOS DE PAZ está considerada como uno de los textos más importantes de la dramaturgia brasileña del nuevo siglo. Escrita por Bosco Brasil en 2002, ha sido presentada con enorme éxito en Brasil, Chile, Argentina, Italia y Grecia. En México tuvo su estreno y primera temporada durante Julio y Agosto del 2013 en el Foro A Poco No, como parte de la programación del Sistema de Teatros de la Ciudad de México. Los resultados superaron las expectativas: sala llena en un 80% de las funciones, y una respuesta muy positiva tanto del público en general como de la crítica especializada.

La obra nos cuenta la historia de un refugiado polaco que desciende del barco con la esperanza de que lo acoja un país latinoamericano lejano a los horrores de la 2da. Guerra Mundial, pero en Brasil, en tanto no lleguen la directrices para los nuevos tiempos de paz, todo aquel que sea extranjero requerirá de un salvoconducto; por lo que es retenido en la sala de inmigración por un agente de aduanas y ahí, mediante un interrogatorio que se transforma en una confrontación de los horrores raciales de uno contra los horrores políticos del otro, el empleado del estado y el inmigrante, develan sus identidades que han querido ocultar para los nuevos tiempos de paz.
Segismundo, el agente de migración, se descubre como un ex-torturador de la antigua policía política y Clausewitz, el polaco, quien se declaraba como agricultor, reconoce ser en realidad un actor, y más aún, se reconoce moralmente peor que el otro en tanto que sólo vio la muerte a su alrededor sin tomar partido, o peor todavía, tomando el de su propia sobrevivencia. El agente de aduanas establece un condición fuera del reglamento: “Cuénteme sus historias de la guerra… Si no me conmueven sus recuerdos, usted se embarca y se regresa. Si lloro… ¿está viendo este salvo-conducto? Es suyo, se queda”. Ambos han vivido, aunque en distintos escenarios, las miserias del ser humano, uno como víctima otro como victimario. Ahora, de uno de ellos depende que el otro pueda tener una nueva vida… El problema es que la realidad, después de una guerra, sea mundial, civil o de facciones, ya no conmueve a nadie.